Porque eso no es un tratamiento. Es una ilusión. El Viagra actúa como una muleta — aumenta temporalmente el flujo sanguíneo, pero no trata la causa. Si la inflamación persiste, el efecto se debilita. Luego desaparece por completo. Porque el cuerpo ya no reacciona al estímulo cuando el sistema de base está dañado.
Además, estos medicamentos sobrecargan el sistema vascular. Aumenta la presión arterial. Se acelera el ritmo cardíaco. Aparecen dolores de cabeza. Aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares. El hombre se siente peor. Y el efecto es efímero.
La verdadera recuperación, es:
- Eliminar la causa
- Regenerar los tejidos
- Reducir la inflamación
- Apoyar el equilibrio hormonal
- Mejorar la microcirculación
- Y restaurar la sensibilidad
Solo en esas condiciones todo regresa: el deseo, la confianza, el resultado.